... es Neptuno. "I know, i believe in nothing. But it is my nothing." - Faster.

Tal vez sea la anécdota más bizarra que viví en toda la secundaria. En este caso fui con todo el curso del Raggio (escuela a la que concurría) a una exposición, de la cual me acuerdo poco y nada. Creo que era en La Rural en el 2004 o 2005 y la expo trataba de proyectos de distintas escuelas secundarias, el cual TCP (Técnicas en Comunicaciones Publicitarias), especialidad en la cual cursaba, tenía su propio pequeño stand. No recuerdos si había inclusive algunos stands de universidades (en síntesis, la expo me parecía un bodrio). En una de las tantas vueltas que di con mi grupo de amigos por todo el complejo llegamos a cruzarnos con el stand de TCP, el cual estaba habitado por el profesor Roberto Márquez... un gordo banana que siempre se la daba de ser el dueño de la verdad, el Maestro del Universo... bueno, no viene al caso. Cuando caímos en las garras de el profesor, nos había ordenado quedarnos en el lugar para sacarnos una foto con "alguien"... nunca imaginé quien sería ese alguien, mucho menos me interesaba. Todo sucedió muy rápido. Ni bien el profesor vociferó con su voz pseudoautoritaria "Vamos acá señores, que vino el hombre para que se saquen la foto", me di media vuelta. Al principio me costó reconocerlo. El hombre, bien vestido de saco y corbata, no dudó en dirigirse en primera instancia hacia mí. Poco a poco me di cuenta de quién se trataba. Calmo y decidido, el ex presidente Adolfo Rodríguez Saa me extendió el brazo y soltó un "Hola" como gesto de presentación. Aquel hombre que duró siete días como Presidente de la Nación, el mismo que había anunciado durante su mandato la cancelación del pago de la deuda externa, se pasaba saludando uno por uno a mis compañeros de curso. Me costaba creer lo que estaba viendo no podía salir de mi asombro ni dejar de pensar "¿Qué carajo está pasando?". Luego de que el hombre saludara a todos, el profesor Márquez nos fue ordenando a todos para sacarnos la foto (que ni yo ni nadie de mis compañeros quería o les interesaba). Y así fue cómo quedó inmortalizado el momento más bizarro de toda mi secundaria.

Acerca de la foto: No la tengo, seguramente alguno de mis compañeros la tiene así que tarde o temprano la voy a subir para mostrarles la prueba fehaciente de una tarde de horror (tienen que ver las caras de ortos con las que salimos todos xD).